martes, 13 de diciembre de 2011

Enladrillando Arapiles

En esta entrada me propongo una pequeña reflexión corta, sencilla y directa sobre el ladrillazo mental de los canarios, en especial de los canarios que viven del ladrillo.

Viene a colación de la nueva "y grandiosa" iniciativa de los constructores, agrupados en todo un órgano dechado de virtudes como "La Asociación de Empresarios, Constructores y Promotores de la provincia de Las Palmas (AECP)", dirigida por María Salud Gil. Una iniciativa que consiste, nada más y nada menos, que en reconstruir lo que ellos llaman "Las Rehoyas". En el barrio lo llamarían "Arapiles", pero ¿Qué sabe el común de los mortales para contradecir a los todopoderosos ladrilleros?

Por aquello de lo sencillo, por partes voy:

Primero: ¿Cómo han podido cuantificar el total de la inversión como lo han hecho? 100 millones de euros a apoquinar por el erario público para reconstruir la zona. Así, sin estudio, sin planificación, sin nada. "Jefe, afloje 100 milloncillos para tapar los agujeros que tenemos, y luego ya vemos si usando chicle podemos levantar las paredes".

Segundo: Es curioso que "solo" pidan la gestión de TODOS los servicios del barrio (espera, espera ¿eso no es PRIVATIZAR por las bravas?) y, ya de paso, así, como si tal cosa ¡Levantar 10 pisos en cada edificio! ¡Joder! ¿Cómo no va a ser un negocio? Reconstruyo tus cuatro pisitos y me llevo 6 de regalo. Y como te dejes, también el título de Conde-Duque de Las Rehoyas.

Parece ser que los 100 millones de euritos valen lo mismo para reconstruir 4 plantas que 10... Lo que nos lleva a otro detalle ¿Cómo pretenden colocar 6 pisos adicionales de viviendas por edificio? ¿Nadie les ha comentado nosequé sobre una crisis, un parque de viviendas vacías enorme, un problema sobre una burbujita...?

Tercero: ¿Soy yo o estas cosas normalmente llevan un concurso público aparejado antes de dar dinero público a particulares? Creo que a una tal Pepa Luzardo ya le echaron abajo una obra faraónica por un quítame allá esos concursos para pobretones.

Cuarto: Entonces ¿Para cuándo el mismo trato para San Antonio, Escaleritas, Las Chumberas, Schamann, San Lorenzo, Tamaraceite, Guanarteme, Las Torres etc, etc, etc?

Y por lo de directo digo: Lo que Las Palmas de Gran Canaria necesita son menos ocurrencias y genialidades de última hora. Planificar y consultar a los ciudadanos no es un crimen o un pecado.

Por no mencionar que el ladrillo canario es deficiente, se desmorona con facilidad (solo hay que ver las cortinas de sujeción que adornan fachadas de media ciudad), no tienen planteamientos de ahorro energético ninguno, la accesibilidad la mitad de las veces es un chiste, no respetan el paisaje (¿Pai qué?) y mucho menos es un ladrillo planificado. Por norma general, la teoría de la construcción se basa en lanzar un pegote muy grande de hormigón y, según donde caiga, se construye hasta el límite de pisos por ley; y uno extra "por si cuela".

Antes de tomar ninguna decisión, lo que tendríamos que exigir es que se nos consulte. No con una encuestita, sino con una votación de verdad. Votando primero los vecinos afectados y luego el resto del municipio. No se puede ir regalando dinero a los constructores así como así, hombre.

Finalmente, por lo de corto, aquí lo dejamos. Una breve reflexión sobre cómo el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria flirtea con la idea de financiar a los ladrilleros canarios, en crisis financiera y mental desde hace mucho tiempo.

1 comentario:

  1. Algunos no se quieren enterar de que en Canarias tenemos mas de cien mil viviendas vacías

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