sábado, 19 de noviembre de 2011

Definición ampliada (y libre) de Votar en el sistema electoral español

Es curioso que haya tantas y tantas personas con derecho al voto que, llamativamente, no tengan la menor idea de qué implica usar ese voto.

En Canarias hay muchos electores "llamados a las urnas" este domingo, todos ellos con "la misión" de elegir nuevo Parlamento, que no Gobierno. Se les pedirá que voten y elijan a unos señores (y señoras) quienes, a su vez, elegirán a un señor (gallego con toda probabilidad) que, una vez más, elegirá/nombrará a un grupito de de Elegidos, a quienes llamará "Ministros", para que ocupen un lugar a su lado.
Profundizando un poco más, esos Ministros también llamarán a sus elegidos para que tomen posesión de otros lugares inferiores en la escala de poder. Incluso éstos pueden seguir llamando a otros para que se sumen a la gran pirámide del poder. Porque, a estas alturas, a mí esto me parece una estafa piramidal de las de toda la vida.

Sin embargo, si nos remontamos al origen, todo esto parte de un mismo hecho fundante: El voto de los electores "llamados a las urnas" con "la misión" de elegir un Parlamento.
Si cogemos una papeleta electoral puedo garantizarles que no veremos un solo nombre de ministros, de Presidente de Gobierno, de Directores Generales, Viceministros, Vicepresidentes, demás cargos de amigos y confianza, etc.

Por lo tanto, cuando un elector vota y escoge una papeleta electoral, por ejemplo, da su voto a la lista del Partido Popular en la provincia de Las Palmas, con Jose Manuel Soria a la cabeza, no le está votando a él. Esta votando a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, a su guardia de corps como Ministros y demás cargos similares y, además, a todos los que estas personas llamen a su vez. Y todo eso con un solo papelito pintado que se mete dentro de una cajita transparente ¿Es o no es eficiencia en el uso del espacio?

Si, en su lugar, vota al Partido Socialista Obrero Español, lo que está apoyando es que Alfredo Rubalcaba sea líder de la oposición durante, al menos, los próximos 4 años. Él no nombrará ministros, así que la papeleta valdrá para elegirlo a él y poner en los asientos del Parlamento a los simpáticos amigos del PSOE local que hayan tenido a bien colocar en las listas.

Por contrario, si se vota a la lista de Coalición Canaria - Nueva Canarias lo que se conseguirá es... malgastar papel, muy probablemente. Si hablásemos de la provincia de Santa Cruz podríamos decir que se daría de comer cuatro años más a Ana Oramas con dinero público y la tendríamos en pantalla dando sus magníficos discursos y dando su innecesario e inútil voto al gesto que le parezca que más saldrá en televisión. Pero en la provincia de Las Palmas no hay grandes esperanzas de que Pedro Quevedo salga elegido. Así pues, es otra forma de usar el rectangulito de papel electoral.

Sobre el Senado no digo nada, ya que como no sirve para absolutamente nada, sus funciones son un chiste, y su utilidad principal consiste en dar de comer a senadores y pagar comisiones y pensiones vitalicias, no merece la pena entrar a comentar el valor del papel que se usa para votar. Que, sin embargo, tiene un coste mayor que el rectangulito parlamentario, dado que es una hoja de papel considerablemente mayor.

Así pues, cada votante irá a elegir una opción que tiene desde ya mismo un valor predeterminado, sin auténtico poder (en el voto, digo) para cambiar el resultado final y, añado, sin poder alguno para decidir lo que pasa después de dar ese voto, ya que lo que decidan votar hoy (sin que importe para el resultado final) seguirá produciendo efectos durante los próximos cuatro años. Sin esperanza ni posibilidad de corregirlo antes.

Esta es la definición, para Canarias, de "Votar" en las elecciones del 20 de Noviembre de 2011. Y si no, tiempo al tiempo.

En todo blog hay una primera entrada

 En todo blog hay una primera entrada, y este no iba a ser menos.

Abro este nuevo blog por la imposibilidad de continuar con el anterior. No es que me lo hayan cerrado u olvidase la contraseña, es que no tiene que ver prácticamente nada conmigo. Fue abierto en los albores de 2008, con una gran tendencia por mi parte a no dudar de lo que me decían los señores con coche oficial y a creerme las alabanzas de quienes quieren algo de mí.
Así pues, cuando recordé que tenía un blog (en algún momento tenía que acordarme) releí lo que había ido publicando a lo largo del tiempo. Luego lo releí. Por último volví a leer con morbo algunos fragmentos concretos. Y me pregunté seriamente qué estaba consumiendo en el momento de escribir ciertas entradas y frases.
Por no hablar, además, de los experimentos con la interfaz y el diseño. Si había un gadget inútil que añadir, yo lo ponía.

Mi primera intención era reutilizarlo, solo tenía que cambiar prácticamente el 80%, borrar masivamente y revisar todas las descripciones. Claro que entonces sería como un blog distinto, nuevo, y me dije "¿entonces no sería mucho más lógico abrir uno realmente nuevo?
Alguien dijo una vez que se debe desconfiar de quienes ocultan su pasado y sus errores, postura que comparto instintivamente.

Así pues, esta es la primera entrada de este blog neonato. Un refrescante cambio que ya estaba tardando.